Recomendaciones de Actividad Física

¿Cuáles son las recomendaciones de Actividad Física para niños y Adolescentes?

De manera general, la recomendación mundial para los adultos es realizar actividad física aeróbica moderada como mínimo 150 minutos a la semana, buscando aumentar ese tiempo hasta 300 minutos a la semana.

Figura 2

Sin embargo, y como se mencionó antes, los niños y adolescentes son el grupo de interés en esta investigación debido a que la implementación de la actividad física desde esta etapa de la vida reduce el riesgo de incidencia de muchas enfermedades crónicas no transmisibles en la etapa adulta, por lo tanto, cabe mencionar que la recomendación mundial para este grupo de edad es diferente a la anterior: las personas de 5 a 17 años de edad deberán de invertir como mínimo 60 minutos diarios, ya sea en juegos, algún deporte, etcétera, que cumpla con la característica de tener una intensidad de moderada a vigorosa (ver figura 2). Si se realiza por más de 1 hora diariamente, los beneficios a la salud serán mayores (OMS, 2020) [5]. No solo bastará con cumplir ese tiempo a la semana o al día, sino que es necesario que la realización de actividad física se base en la frecuencia y constancia, en un hábito que se vuelva de la vida diaria.

Figura 3

Lo anterior, según Cortés E y Sánchez F (2015) [6], se debe a que los beneficios que trae consigo éste tipo de gasto energético no se conseguirán si la actividad física no es realizada de manera continua ni regular. El sedentarismo (ver figura 3) se evita fácilmente si se tiene una vida activa, sin embargo, queda claro que, si la salud dependiera únicamente de la práctica física y, tomando el caso de un niño o adolescente, ésta no sería la misma, tanto en el presente como a futuro, si realiza la actividad física cumpliendo con las recomendaciones mundiales de la OMS (1 hora diaria de manera moderada o vigorosa) a un caso paralelo en donde no cumple con las mismas. Las anteriores indicaciones y recomendaciones son para todos los niños y adolescentes sin hacer ninguna distinción, es decir, sin importar por ejemplo el sexo o género.

De igual manera, la población joven que cuente con alguna discapacidad deberá seguir dichas recomendaciones siempre y cuando se tome en cuenta la opinión de un médico ya que será la persona que indicará el tipo y la duración de la actividad física que se podrá realizar, adecuándolo a la discapacidad que se tenga (OMS, 2020) [7].

Para los casos de niños y jóvenes que sean inactivos y sedentarios, de acuerdo con la OMS (2020) “se recomienda un aumento progresivo de la actividad para alcanzar finalmente el objetivo indicado más arriba. Es conveniente empezar con una actividad ligera y aumentar gradualmente con el tiempo la duración, la frecuencia y la intensidad”.

Figura 4

Esta otra recomendación que dicta la OMS se atribuye al hecho de que los cambios que se hacen para forjar un nuevo habito de estilo de vida deben de tener una progresión acorde a la persona ya que, al ser una actividad nueva, a muchas personas puede costarles este cambio, más cuando el mismo implica esfuerzo físico, organización de tiempo y un ambiente y contexto cómodo. Es importante reconocer ante los niños y adolescentes sedentarios los esfuerzos que hagan por intentar cumplir con las recomendaciones mundiales (ver figura 4). Se les deberá de explicar y concientizar que cualquier tipo actividad física que se lleve a cabo en un tiempo menor al estimado, es mejor y más beneficioso que no realizar nada en absoluto [7].

Recomendación del tipo de actividad física para niños dependiendo de la edad

Como se mencionó antes, cualquier tipo de esfuerzo que traiga consigo un gasto energético considerable, es bueno y benéfico para la salud. De acuerdo con Cortés E y Sánchez F (2015) [6], algunos ejemplos de actividades que pueden realizar los niños y adolescentes son las siguientes:

• Preescolares (de 3 a 5 años aproximadamente): caminar, andar en bicicleta, columpiarse, correr, jugar, saltar y nadar.

• Escolares y adolescentes (de 5 a 18 años aproximadamente): realizar cualquier tipo de actividad física, siempre y cuando sea de intensidad moderada a vigorosa, como mínimo una hora al día, intercalando en la semana, durante esa hora de actividad, ejercicios que promuevan el fortalecimiento muscular y óseo (por ejemplo: pesas, lagartijas, abdominales, salto de cuerda, etc.)